Por qué «BUNA»?

La ceremonia del café es una parte integral de la vida social y cultural en Etiopía y Eritrea. Una invitación es una muestra de amistad o respeto y es un excelente ejemplo de la hospitalidad etíope. Llevar a cabo este ritual es casi obligatorio en presencia de un visitante, cualquiera que sea la hora del día.

El homenaje etíope al café es a veces adornado y hay muchas pequeñas variaciones dependiendo de la región y la etnicidad, pero el más común es el Buna”.

Se organiza alrededor de un “rekbot” (mueble de caja tipo estantería que sirve como plataforma de preparación) que está dispuesto sobre un lecho de hierbas y flores. La anfitriona es generalmente una mujer joven, vestida con la prenda étnica tradicional de algodón blanco con las fronteras tejidas coloreadas.

El tostado de los granos de café se hace en una sartén plana, sobre una pequeña estufa de carbón o de gas. El rico olor se mezcla con el aroma de incienso y mirra que siempre se quema durante el proceso.

La anfitriona lava suavemente un puñado de granos de café en la cacerola caliente, luego revuelve y sacude las cáscaras. Cuando los granos se han tostado, se pasan alrededor de la habitación para que los asistentes disfruten del olor.

Los granos son molidos con el mortero y el café molido se mezcla con especias. Luego se vierte en una olla de barro adornada, conocida como “jebena“, que es redonda en la parte inferior, estrecha en el borde y tiene una tapa de paja. Este borde sirve como un colador y la encargada sirve en pequeños recipientes denominados “cini”.

Generalmente, este café o buna se toma con abundante azúcar o, incluso, sal, pero sin leche. Se suele acompañar con una merienda.